domingo, 30 de agosto de 2009

¡Llegas a la Posada!

¡¡Llegás a la posada!!

¿Quién que haya estado sin sentarse a una mesa de rol durante mucho tiempo no siente un dulce sabor en su boca al oir tan linda frase salida de un buen Master de rol?

Bueno la idea de este Blog es lograr en el lector esa sensación cuando lea las diferentes entradas que se vayan publicando a lo largo del tiempo. Al principio seré sólo yo y con el correr de los días me gustaría tener el placer de ir añadiendo gente que quiera escribir, comentar o colaborar con algún consejo, anécdota o una simple reflexión de algún tema relacionado con nuestro CULTO al mejor pasatiempo de todos.

Aquí vamos a publicar diferentes artículos en relación a CUALQUIER juego de rol que nos pinte hablar o comentar. Una de mis ideas tambien es crear un lugar para la persona que no sabe de esto, un lugar donde se responda en todo sentido la pregunta más odiada por nosotros los roleros: " ¿Qué es un juego de rol?".


Hagamos de este espacio una taberna medieval, ataviemonos de túnicas y carguemos grandes espadas. Pongámonos en la piel de aquello que tanto soñamos ser...


Y dejemos que la fantasía se ocupe del resto...

1 comentario:

  1. "Kugfar lo miró sorprendido, pero casi al instante se puso en guardia. La espada de Ghelian’ Duil surcaba el aire a una velocidad increíble. El general de Phelomenna bloqueaba los golpes, pero la herida que le había producido Rhien lo estaba debilitando notablemente. Sin embargo, la ira del paladín generó un descuido en su rostro. Kugfar aprovechó este hueco. Al no poder clavarle su espada, debido a la mínima distancia, le propinó un fuerte puñetazo en la boca, que hizo caer a Ghelian, escupiendo sangre de sus labios.
    - ¡Cuida lo que haces, muchacho! –Dijo Kugfar acercándose al paladín- Según tengo entendido la ira no es un sentimiento digno de un paladín, pero de lo que estoy seguro es de que le juega en contra a cualquier guerrero. Tú deberías saberlo, pues estuviste en mis filas.
    - ¡Maldigo el día en el que entré a ellas! –Poniéndose de pie de un salto y en un movimiento imprevisto, incluso para Kugfar, descargó un golpe circular con toda su furia.
    La hoja de Eldora brilló ante las primeras luces del alba, lanzando un destello apenas perceptible. La cabeza de Kugfar describió un arco desde su cuerpo hasta el suelo, para luego rodar y caer al pie de sus hombres. Su rostro demostraba la expresión de sorpresa ante la reacción que le había puesto fin a su vida.
    - ¡Por Daknor, por Rhien de Gilbrad y por el rey Kendraith II!"

    Sé que cuando te referís al "llegas a la posada", no podés evitar recordar al iniciado, paladín, guerrero y mártir que fue tu personaje. ¡Qué Leiorus lo tenga en la gloria"

    Vahadar

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