sábado, 5 de junio de 2010

La casa de Asterión


Hola otra vez. Sinceramente no sé si alguien visita este foro, pero de todas formas la cantidad no hace al buen público. Entonces para el pequeño y selectísimo auditorio de este rincón de internet quiero comentarles una partida que dirigí el jueves tres de junio de 2010.

Verán, esta partida es parte de una campaña, que también he ideado, llamada “La caja”. Pero a la vez es un momento muy importante dentro de la historia pues los Pjs develan el contenido de ésta caja que han estado transportando durante buen tiempo. Entiéndase que esta fue la partida numero 14.

La idea de la partida la venía teniendo hace mucho y debe su nombre a la fuente de inspiración: “La casa de Asterión”. Quién no haya leído este cuento de Borges pues lo invito a que lo haga en cuanto pueda, es corto, es fantástico y es maravilloso.

Entonces se me ocurrió pensar en la soledad de una criatura que además de ser única es la última de su especie. Que escoge vivir apartada dentro de un complicado sistema de cuevas en lo profundo de las montañas. Tal como el minotauro en el laberinto.

Luego se le añaden otros elementos, como lo es la intensión de la criatura de trascender, ya no mediante su linaje reproduciéndose, sino atesorando toda la información que sus ancestros le han confiado. Inmortalizándose mediante la escritura, atesorando miles de libros y saberes en su propia casa, en lo profundo del laberinto.

Ahora quisiera mostrarles el contenido de una carta escrita en forma de últimas palabras, que los Pjs han obtenido entre los enseres del individuo:

“Para ti:

He vivido tantos años que los vacios números que llevan la cuenta se cansaron de aumentar. Como si acaso el tiempo mismo se ha paralizado producto de la única enfermedad que me ha durado toda la vida: La soledad.

A veces recorro los pasillos de las cuevas, de vez en cuando encuentro algún orco perdido al que ajusticiar, pues la roca juega a extraviar. A veces inclusive escucho los ecos de las voces de Enanos que se adentran en profundas galerías, me quedo escuchándolos, pues he aprendido a comprender su lengua, y ellos son, sin que lo sepan, los portadores de las únicas noticias del exterior, los granos de arena que caen en mi reloj. Pero son tan temibles las nuevas que de ellos escucho que no encuentro razones para salir de aquí, para alejarme de mi casa, para abandonar mi hogar. De todas maneras a dónde iría, qué cambiaria con salir de aquí.

Solo tengo mis libros, los ordeno, los limpio e incluso reescribo alguna hoja que comienza a desteñirse por el paso del tiempo. Ellos son el único testimonio de que pasé por este mundo, de que toda mi especie alguna vez pisó estas tierras. En sus hojas están mis hermanos, mis padres y mis abuelos que ahora son mis únicos hijos, mi eterna responsabilidad, y los debo cuidar.

Quizá allí afuera se encuentre el único ser que me acompañe en mi letargo y que reciba a mis hijos como sus hijos. Caminando debe estar el niño que de adulto entrará a mi casa. Si él supiera cuánto lo espero… si fuera consciente de que responsabilidad le aguarda. Ven rápido, pues ya caen las últimas horas.

Asterión”


Al final los Pjes se alejan de la casa de Asterión con la carta incomprensible en sus bolsillos, a sus espaldas el cuerpo de la criatura arde en una pira de libros. Mientras piensan: “Qué lástima que su idioma haya muerto con él, tantos libros para leer que nadie podrá leerlos, pues desconocidos son sus símbolos. Por lo menos fueron útiles para cremar su cuerpo inerte”

Efectivamente los Pjes poco supieron de esta criatura y nada pudieron leer de todo lo escrito. Acaso ese es el fin para todo lo que desconocemos, el principio de toda ciencia ante la naturaleza de lo desconocido: Lo que no entra en los patrones del conocimiento no existe o no importa.

Hasta luego.

Gerardo Ruben Herrera, "Epsilon"

7 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  2. Huy orson disculpame, me mande cualquiera. Mil disculpas por borrar tu comentario. Lo hice sin querer quise responderlo y lo borre disculpame. (Me siento super culpable)

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  3. Reescribilo, no se. Era muy bueno lo que decías, hayyy que cagadaaaaaa¡¡¡
    De nuevo. Mil disculpas.

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  4. Jajajajajajjajaajajajajajaj

    mañana lo escribo ajajja, aparte quedo re censurador:
    Un administrador del blog ha eliminado esta entrada.

    jajaja

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  5. Hmmm eso suele suceder cuando se comparte el poder! jajaja

    Con respecto al texto... excelente Gerardo, excelente. De verdad exquisitas las palabras de aquella criatura incinerandose junto con sus recuerdos.

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  6. Gerardo, te decía que la parte más sublime es cuando dice que si algo no se comprende o ya nadie nunca va a poder entenderlo es como si nunca hubiera existido, eso me voló la cabeza. Te resume el esfuerzo a la colectividad, y que la individualidad, en cuanto a sabiduría se extingue con el último que comparte ese lenguaje..

    Tremendo

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  7. Hola a todos, queria contarles que leo las historias aunque no comente, estoy sorprendida y me gustan mucho. El suspenso es lo que mas me interesa y como en los relatos puedo entrar en la historia, cuando eso me pasa, para mi es como vivir esas aventuras yo misma, gracias por este blog.

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